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Diseño de tapiz

Este texto es una extensión de un tapiz diseñado por Julia Joosten y Karolina Borucka en colaboración con las marcas EE.
Ejemplo de una tarjeta perforada.
Fuente: http://www.columbia.edu/cu/computinghistory/cuccjobcard.html
Autor de la imagen: Garth Dawson, Accrington
Las primeras memorias de ordenador estaban formadas por pequeños imanes entrelazados con cables. El cable pasaba por el imán para indicar el 1 o lo esquivaba para indicar el 0. Los núcleos eran fabricados por hábiles tejedores y requerían mucho trabajo manual. Cada pieza de información tenía que ser codificada cuidadosamente. Una vez que se completaba un módulo, era casi imposible alterar la información que contenía. En ese sentido, es similar a los tapices: el tejedor decide qué historia retratar y, una vez que está tejida, es difícil cambiarla. Es un acto que congela la información en el tiempo. Esto se parece a los mecanismos de la historia que deciden qué acontecimientos se recuerdan, se codifican en la cultura a través del arte y la escritura y cuáles pasan sin documentarse y se olvidan.
Fuente de la imagen: Draper/Raytheon
Esto sucede a menudo con las imágenes digitales que circulan y se vuelven virales tan rápido como se olvidan. La velocidad a la que se pueden producir es emocionante, pero también las hace vulnerables al deterioro digital debido a la tecnología en constante cambio que necesitamos para leerlas. La imagen creada para este tapiz también es digital, pero se puede preservar a través del tejido, para continuar la historia entrelazada de tejedores e ingenieros informáticos.
Fuente de la imagen: CHM/Raytheon CN-4-421-C
De manera similar a los tejedores de memoria que trabajaban entre bastidores, los matemáticos que realizaban cálculos mundanos para la misión Apolo eran los encargados de realizar los cálculos. Como en aquel momento no se disponía de calculadoras complejas, la NASA empleó equipos de personas que calculaban las trayectorias necesarias para hacer posible la misión, pero rara vez se hizo referencia a ellas como personas de inestimable valor para la operación. La misma falta de reconocimiento se produjo para los tejedores que crearon los módulos de memoria que formaban parte de la computadora de guía Apolo que ayudó a navegar hasta la Luna y a aterrizar en su superficie.
Fuente: Raytheon CN-4-20C / Institución Smithsonian WEB15435-2016.
Los componentes de las computadoras solían ser grandes y toscos, tenían una fuerte presencia, muy diferentes de las omnipresentes, reducidas y más ambiguas computadoras que nos rodean hoy. Aunque eran más limitadas y requerían mucho trabajo, involucraban más a los usuarios en el trabajo y requerían un mejor conocimiento de cómo operaban. La forma en que trabajaban podría haber sido más transparente y la cantidad de recursos que utilizaban era más obvia incluso para el ojo inexperto. De esta manera, eran similares a los tapices que solían requerir mucho trabajo manual, pequeños dedos tirando de los hilos correctos y el maestro tejedor para producir patrones. Con la introducción de la máquina jacquard, las imágenes podían ser más complejas. La producción de patrones se convirtió en una empresa separada que poco a poco se alejaba del telar y la relación entre el tejedor y la máquina se volvió diferente.
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Proceso
En el diseño de nuestro tapiz, Julia tomó la iniciativa en la selección de los colores, que se inspiraron en el concepto de conectividad con un chip digital. La elección de colores se consideró cuidadosamente para reflejar los temas de la tecnología, la innovación y la comunicación.
Para evaluar cómo se verían estas opciones de color en el diseño final, creamos una muestra. Esta pequeña pieza tejida nos permitió experimentar con los colores y las texturas, asegurándonos de que armonizaran bien entre sí. Al revisar la muestra, pudimos evaluar cómo interactuaban los colores en el contexto del tapiz en general y realizar los ajustes necesarios antes de finalizar el diseño. Este enfoque práctico nos ayudó a visualizar el resultado final y a garantizar que nuestro tapiz transmitiera eficazmente el mensaje deseado.
Además de la muestra de colores, Julia también creó una plantilla que sirvió como referencia básica para nuestro diseño. Esta plantilla describe la estructura general del tapiz e incorpora los elementos visuales que se asemejan al diseño de un chip digital. Al utilizar este esquema, nos aseguramos de que el diseño no solo complementara nuestras elecciones de colores, sino que también representara de manera efectiva la interconectividad y la complejidad asociadas con la tecnología digital. La plantilla nos guió en la organización de nuestros patrones y motivos, reforzando el concepto de conectividad que es central para el tema de nuestro tapiz.
Karolina Borucka se encargó de su parte de la historia, centrándose en la información del texto, seleccionando las imágenes y aportando su parte del tejido. Juntos, colaboramos estrechamente durante todo el proceso de tejido, combinando nuestros elementos y conocimientos individuales para crear un tapiz coherente y armonioso. Este trabajo en equipo nos permitió tejer no solo los hilos de la tela, sino también la narrativa que conecta nuestras visiones artísticas, lo que dio como resultado una pieza unificada que refleja nuestras intenciones y creatividad compartidas.
Ilustración de la fundación
Chip de contorno